La industria de la construcción de viviendas en Puerto Rico atraviesa uno de los momentos más desafiantes de los últimos años. Según datos de la Oficina del Comisionado de Instituciones Financieras (OCIF), en 2024 solo se construyeron 600 unidades residenciales, una drástica caída en comparación con las 1,019 casas construidas en 2021, lo que representa una reducción del 41%.
Factores críticos que afectan el sector
El presidente de la Asociación de Constructores de Puerto Rico (ACPR), Agustín Rojo Montilla, señala que esta crisis responde a varios problemas estructurales:
1.Regulaciones excesivas: Los desarrolladores enfrentan un complejo y prolongado proceso de permisos, que puede tardar entre dos y tres años en completarse. Esto, sumado a los altos arbitrios municipales, que representan entre el 7% y el 10% del costo de construcción, ha disuadido el desarrollo de nuevos proyectos.
2.Escasez de mano de obra: La falta de trabajadores calificados en la industria es un obstáculo recurrente, a pesar de los intentos por atraer personal con salarios competitivos.
3.Disponibilidad limitada de terrenos: Solo el 14% del suelo de la isla está disponible para desarrollos residenciales, lo que encarece los terrenos aptos y limita la viabilidad de proyectos a gran escala.
Comparación con la recesión de 2011
Durante una de las peores recesiones en la historia reciente de Puerto Rico, en 2011, se lograron construir cerca de 4,000 viviendas en un solo año. Sin embargo, la cifra actual pone en evidencia una crisis aún más profunda, a pesar de la creciente demanda de viviendas debido a la recuperación económica en sectores específicos.
Impacto en los precios y el acceso a viviendas
Otro factor crítico es el aumento de los costos de construcción, donde entre el 25% y el 28% del precio final de una vivienda nueva está relacionado con impuestos y arbitrios. Esto ha dificultado aún más el acceso a viviendas asequibles para muchas familias.
Propuestas y planes para la recuperación
Rojo Montilla subraya la necesidad de una colaboración efectiva entre el gobierno y el sector privado para agilizar los permisos y reducir los costos de construcción. Asimismo, enfatiza la importancia de desarrollar viviendas asequibles que puedan satisfacer la creciente demanda de la población.
“La construcción de solo 600 viviendas al año en una isla con tanta necesidad habitacional es inaceptable. Es urgente tomar medidas concretas para revitalizar esta industria clave para nuestra economía”, afirmó Rojo Montilla durante una conferencia de prensa reciente.
El panorama actual exige reformas inmediatas para garantizar que la industria de la construcción de viviendas en Puerto Rico pueda responder a las necesidades de sus ciudadanos y contribuir al desarrollo económico del país.