El Papa Francisco, de 86 años, continúa en estado crítico tras sufrir una prolongada crisis respiratoria asmática que requirió oxígeno de alto flujo. Según informes del Vaticano, el Pontífice también ha presentado una insuficiencia renal leve y niveles bajos de plaquetas asociados con anemia, lo que ha requerido transfusiones de sangre.
A pesar de la gravedad de su estado, fuentes cercanas informan que el Papa pasó una noche tranquila y se mantiene consciente y lúcido. Desde el Hospital Gemelli en Roma, ha enviado un mensaje de agradecimiento a los fieles que han expresado su preocupación y ha pedido oraciones por su recuperación.
Preocupación en el Vaticano y la comunidad católica
El delicado estado de salud del Papa ha generado preocupación en el Vaticano y en la comunidad católica alrededor del mundo. Aunque los médicos continúan monitoreándolo de cerca, las complicaciones recientes han elevado la incertidumbre sobre su evolución en los próximos días.
Por el momento, no se han anunciado cambios en la agenda del Papa ni en las actividades del Vaticano, pero se espera que en las próximas horas se emita un nuevo comunicado con actualizaciones sobre su estado de salud.
Los fieles y líderes religiosos continúan en oración y vigilia, esperando que el Papa logre superar esta crisis de salud.
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