En una polémica decisión de último minuto, el presidente Joe Biden declaró que la Enmienda de Igualdad de Derechos (ERA) es ahora parte de la Constitución de los Estados Unidos, calificándola como la “ley del país”. Sin embargo, esta acción ha sido duramente criticada por expertos legales, quienes señalan que no cumple con los requisitos constitucionales para ser considerada válida.
La ERA, originalmente propuesta en 1923 y aprobada por el Congreso en 1972, buscaba garantizar la igualdad de derechos bajo la ley, independientemente del sexo. Para su ratificación, era necesario que 38 estados la aprobaran antes del plazo establecido en 1982. Aunque tres estados adicionales ratificaron la enmienda entre 2017 y 2020, esto ocurrió décadas después del plazo límite, lo que ha generado controversia sobre su validez. Además, seis estados rescindieron previamente su ratificación.
El proceso para enmendar la Constitución está claramente delineado y no otorga al presidente la autoridad para declarar una enmienda como ratificada. Por su parte, la Administración Nacional de Archivos y Registros (NARA) ha indicado que no puede certificar la ERA como parte de la Constitución debido al incumplimiento de los requisitos legales establecidos.
Esta declaración de Biden ha sido vista por algunos como un gesto simbólico para resaltar la importancia de la igualdad de derechos, pero carece de fuerza legal. Los críticos han calificado la acción como “cínica e irrelevante”, mientras que la comunidad legal anticipa que esta controversia podría llevar a nuevos desafíos en los tribunales.
La decisión de Biden reaviva el debate en torno a la Enmienda de Igualdad de Derechos y pone de manifiesto la complejidad de las enmiendas constitucionales en los Estados Unidos. Cualquier cambio en el estatus de la ERA requerirá acciones legislativas adicionales y posibles decisiones judiciales en el futuro cercano.