El Tribunal Supremo de Estados Unidos confirmó este viernes una ley que podría obligar a TikTok a cesar sus operaciones en el país antes del 19 de enero, a menos que la plataforma se desvincule de su empresa matriz, ByteDance, con sede en China. Aunque los 170 millones de usuarios estadounidenses podrán seguir utilizando la aplicación, no podrán recibir actualizaciones ni volver a descargarla, lo que podría llevar a su eventual cierre.
La decisión del Tribunal no define el futuro definitivo de TikTok en Estados Unidos, dejando la implementación de la ley al próximo presidente, Donald Trump, quien asumirá el cargo el 20 de enero. Durante su primer mandato, Trump intentó prohibir TikTok, pero ahora se muestra más receptivo a permitir su continuidad.
El origen del veto se remonta a una ley aprobada en abril de 2024, que otorga a ByteDance un plazo de nueve meses para vender las operaciones de TikTok en EE.UU. a un comprador no considerado como un “adversario” nacional. Ante la negativa de ByteDance a vender, argumentando violaciones a la libertad de expresión protegida por la Primera Enmienda, el caso llegó al Tribunal Supremo, que respaldó de manera unánime la legislación.
El gobierno y los legisladores que impulsaron la norma alegan preocupaciones de seguridad nacional, temiendo que TikTok pueda ser utilizado por Pekín para acceder a datos de usuarios estadounidenses o influir en el debate público. Por su parte, TikTok ha rechazado estas acusaciones, defendiendo su independencia y el cumplimiento de las normativas de privacidad.
El futuro de la plataforma ahora depende de las negociaciones entre ByteDance y el próximo gobierno, mientras los usuarios y la industria tecnológica observan de cerca cómo se desarrolla esta controversia.