WASHINGTON – El expresidente Donald Trump ha instado a Elon Musk, quien lidera el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), a ser “más agresivo” en la reducción del gasto federal, lo que ha provocado una inmediata respuesta por parte del empresario.
Musk, conocido por su enfoque radical en la administración, anunció que todos los empleados federales deberán presentar informes semanales detallando sus actividades, advirtiendo que la falta de cumplimiento será considerada como una renuncia automática. Esta medida se suma a otras estrategias de reducción de costos que DOGE ha implementado, logrando hasta ahora un ahorro de aproximadamente $55 mil millones mediante la eliminación de puestos y la cancelación de contratos innecesarios.
Sin embargo, los recortes han generado controversia y desafíos legales. Un juez federal emitió recientemente una orden que impide temporalmente el acceso de DOGE a los sistemas del Departamento del Tesoro, lo que podría afectar la implementación de futuras medidas de austeridad.
Mientras tanto, Trump ha elogiado los esfuerzos de Musk, pero insistió en que debe “endurecer aún más” las medidas para lograr el objetivo de reducir el déficit federal en $1 billón.
El tema ha generado un intenso debate en Washington, con defensores que aplauden la reducción del gasto gubernamental y críticos que advierten sobre los efectos negativos en el empleo y la estabilidad de ciertas agencias federales.
Las próximas semanas serán clave para determinar el alcance de las reformas impulsadas por Musk y el impacto que estas tendrán en el gobierno federal.
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